TRASTORNO DE PÁNICO Y AGORAFOBIA

<< volver

El pánico se refiere a una forma muy particular de miedo. Nos referimos a un miedo intenso que aparece de forma brusca e inesperada.

La característica clínica esencial en el Trastorno de Pánico es la presencia de crisis de pánico.

El ataque de pánico se inicia de forma repentina y alcanza su máxima intensidad con rapidez (aproximadamente en los primeros 10 minutos), acompañándose a menudo de una sensación de peligro o muerte inminente.

Entre los criterios para el diagnóstico del ataque de pánico, se destacan:

  • Palpitaciones, sacudidas del corazón, o ritmo cardíaco acelerado.
  • Sudoración .
  • Temblor o sacudidas musculares.
  • Sensación de ahogo o falta de aliento .
  • Sensación de atragantarse.
  • Dolor o molestias en el pecho.
  • Náuseas o malestar abdominal.
  • Sensaciones de vértigo, inestabilidad, mareo o desmayo.
  • Sensación de irrealidad o incluso de sentirse separado de uno mismo.
  • Miedo a perder el control o volverse loco.
  • Miedo a morir.
  • Sensación de hormigueo o entumecimiento .
  • Escalofríos o sofocaciones.

Por otro lado, la agorafobia se define por la presencia de reacciones de miedo o ansiedad al encontrarse en lugares o situaciones características, donde suele resultar difícil o embarazoso escapar, o donde la ayuda puede resultar difícil en el caso de que se produzca un ataque de pánico espontáneo, o caso de que ocurran síntomas similares a los del ataque de pánico. El individuo tiende a evitar estas situaciones, o bien las tolera con extrema ansiedad, o con la ayuda de otra persona.

Los miedos agorafóbicos implican típicamente conjuntos de situaciones que incluyen estar solo fuera de casa, estar entre mucha gente o hacer cola, pasar por un puente y viajar en autobús, tren o coche.

Las situaciones potencialmente agorafóbicas son diversas, e incluyen escenarios como los restaurantes, supermercados, centros comerciales, iglesias, hospitales, teatros, calles, plazas, grandes espacios abiertos, ascensores. Las personas con pánico suelen evitar en mayor o menor grado algunas de estas situaciones, pudiendo variar entre niveles de evitación mínima o leve, media y grave.